Recordando mis charms - Evento de Thomas Sabo

¿Para qué sirve un charm? Para nada… Los charms son pequeños colgantes, de diferentes formas, de diferentes materiales, que puedes poner allí donde la imaginación te sugiera: en una pulsera, en un “carrier” específico, en un collar, en una cinta en el pelo… Son chucherías en forma de joya, para coleccionar, para lucir, ideales para regalar.

Hace unos días la marca de joyería Thomas Sabo me invitó a un evento que realizaban en su pequeña tienda de Barcelona para presentar su nueva colección: joyas, relojes y charms con un marcado aire oriental. ¿Sus productos estrella?  El charm en forma de abanico rojo plagado de circonitas y la muñequita china.

Estas imágenes de Thomas Sabo son un ejemplo de la nueva colección que encontraréis en su web.

 Dudé mucho antes de ir, no me apetecía demasiado y estaba cansada después de un largo día de trabajo, pero finalmente me decidí y me lo pasé muy bien. Todas las dependientes, amables y sonrientes, iban vestidas con lindos kimonos y sonaba la música mientras los invitados disfrutábamos del brillo que nos rodeaba. Hicieron un sorteo (en el que no me tocó nada, ¡qué le vamos a hacer!) y nos enseñaron sus nuevas joyas.

Me lo pasé muy bien porque ofrecían zumitos y había un pica-pica oriental muy rico que había hecho un catering de renombre en la ciudad.

Thomas Sabo cuida mucho el detalle y el diseño y todos sus materiales son de excelente calidad, aunque por supuesto, los precios son muy elevados y el charm más barato ya cuesta unos 20 euros. La verdad es que no solo te ofrecen los charms, sino que además hay un universo de complementos para colgarlos: pulseras de plata o de piedras, carriers de diferentes formas, cadenitas, cordones…

Yo tengo algunos charms. ¿Veis la fotografía? La mayoría han sido regalos y un par los he comprado yo, ya que donde trabajo también hay una línea de joyería con charms y los puedo adquirir a menos de 10 euros. Siendo sincera, es un capricho que realmente hay que pensarse bien… Hoy ya no gastaría en este tipo de productos. Pero aún y así me gusta mirarlos y estar al día de las novedades: ¡son tan cucos!

Thomas Sabo fue una de las primeras casas en ofrecer charms pero hoy en día muchas otras marcas los comercializan en infinidad de formas, motivos y materiales: Dior, Agatha, Swarosky, Esprit, Pandora, Fossil, Tous, Guess, Cartier, Tiffany’s…

Y vosotros, ¿qué me decís? ¿Cuál es el caprichito más inútil que habéis adquirido pero que os enamora perdidamente?

Os recuerdo que sigue vigente el sorteo de Singuladerm